LECTURA CRÍTICA

 

 

 

 

 

 

EL REGRESO A CLASES PRESENCIALES

 

 

 

DÁMARIS VACA

 

 

 

UNIDAD EDUCATIVA PARTICULAR ECUATORIANO SUIZO

 

 

LECTURA CRÍTICA

 

 

LIC. VERONICA PULE

 

 

12 DE noviembre de 2021

 

 

 

 

 

 

 

EL REGRESO A CLASES PRESENCIALES

 

Hace aproximadamente ya 2 años, el COVID-19 se dio a conocer a mediados de marzo. El COVID-19 es un virus que se transmite por pequeñas partículas de fluidos de una persona infectada cuando esta tose, estornuda, canta o habla y otra persona la recibe y se toca la cara (ojos, nariz y/o boca). Esta enfermedad afecta a los pulmones, haciendo que el respirar sea dificultoso. Es por eso se debe usar mascarillas para evitar la expansión del virus además del constante lavado de manos para eliminarlo.

 Fue así que la virtualidad llegó a nuestros hogares, mientas los adultos hacían teletrabajo nosotros los jóvenes teníamos clases virtuales. Y aunque ahora esa es nuestra realidad (clases online), esta está por cambiar ya que, después de la creación de la vacuna y su aplicación en el mundo tenemos la posibilidad de regresar a clases presenciales cumpliendo con las medidas de bioseguridad (uso de mascarilla, lavado de manos, distanciamiento social, etc.) ya que, como sabemos la vacuna tan solo es una medida de prevención para que en el caso de contagiarnos no muramos.

En varios países del mundo el regreso a clases presenciales está sucediendo, incluso en Ecuador. En esta decisión tomada por el Ministerio de educación existen perspectivas variadas y aunque se tiene conocimiento que el regreso a clases es algo que se anhela aún existe una pequeña parte de padres de familia sobre todo que está preocupada y en desacuerdo con esta decisión.

Después de varias semanas de temor, angustia y desesperación logramos entender lo que este virus era, debimos entonces usar mascarillas y guantes para cuidarnos ya que, en un inicio los especialistas no tenían la información necesaria para tratarlo, tuvimos que confinarnos sin saber qué es lo que iba a pasar. Entonces los estudiantes tuvimos que obligadamente, pero con énfasis en el cuidado mutuo, recibir clases en línea.

Es de conocimiento general que todos hemos sido afectados tras la pandemia, es así que las nuevas generaciones existentes tienen un enfoque distorsionado de la vida. El estrés, ansiedad, e incluso el estado anímico son algunos de los impactos que han tenido las clases virtuales. Ha existido una diferencia notable en torno al aprendizaje en línea y presencial, para Torres. (2020). 

El principal hallazgo demuestra que si bien existen diferenciales en rendimiento educativo entre modalidades presencial y virtual, estas son marginales y estadísticamente no significativas, las cuales pueden ser atribuibles a factores diversos, entre ellos, el de mayor realce: la pandemia. La variabilidad de resultados académicos tiene una mayor incidencia en las características, de los individuos, propias y como grupo, argumento que lleva a pensar que la modalidad virtual es una alternativa plausible ante la emergencia sanitaria y es un elemento a considerar para la continuidad formativa de la gestión educativa venidera. (p.5)

 

 

Es así que, la virtualidad es parte de nuestras vidas desde ahora en adelante, el internet y la navegación en la web facilita nuestro trabajo ya que nos ahorra tiempo y siempre se encuentra lo necesario. Pero, para muchos estudiantes el tener clases virtuales no ha sido la mejor opción, ya que existen varios elementos distractores del entorno que no permiten el correcto aprendizaje.

El nulo vínculo entre alumno y los docentes, la falta de motivación, las redes sociales, el aburrimiento, entre otras. Son algunas de las barreras que existe en la virtualidad, incluso en las clases presenciales. Es así que los estudiantes tienen un aprendizaje pobre y siendo el colegio las bases que se tiene para los futuros estudios académicos. Es de conocimiento que las generaciones que se han formado en pandemia, tendrán un vacío en este aspecto.

Y es que lo que sucede es que la oficina, escuela, curso o instituto se trasladó a nuestro hogar, en donde la responsabilidad salió a flote y por medio de una pantalla se realizaban miles de cosas. Esto trajo consigo efectos negativos en la salud física y emocional. Algunos de los padecimientos fueron la ansiedad, estrés, violencia intrafamiliar. Físicamente, la poca falta de actividad física y el consumo poco moderado de alimentos.

No todas las realidades son iguales, en el sector rural, muchas veces no existe ni señal para realizar una llamada. Las clases virtuales obligaron a las familias a tener un dispositivo electrónico por cada estudiante, pero esto también es un impedimento para el aprendizaje ya que, no todas las personas cuentan con la economía suficiente como para realizarlo.

Por otro lado, el temor del regreso a clases por parte de los padres de familia es otro factor que no permite que algunos colegios se encuentren en la presencialidad. Ya que, muchas familias se han visto afectadas con la perdida de algún ser querido lo que hace que el temor siga latente. Aunque, unos padres están muy de acuerdo con esta idea y otros piensan que el tener una modalidad “hibrida” sería una buena idea.

Cuando en un inicio de la pandemia se hablaba de un retorno muchos padres no estaban dispuestos a enviar a sus hijos. “Este   trabajo   muestra   que   un   porcentaje   muy   alto   de  padres  no  desea  que  sus  hijos  regresen  a  clases  presenciales,  en  todas  las  etapas  infantiles,  lo  cual  incluye  desde  niños  que  acuden  a  guarderías  hasta  jóvenes en la secundaria.” (Alvarado, etal.. 2021).

Pero ahora, después de ver la viabilidad de un supuesto retorno a clases, los planes piloto de ciertas instituciones se han puesto en marcha desde hace ya meses alrededor del mundo y han demostrado que regresar a la “normalidad” es posible. Con ciertas adaptaciones a los planteles educativos y la responsabilidad de cada padre al enviar a su hijo con las debidas medidas de bioseguridad al igual que de los estudiantes al cumplirlas, esto ha sido dable.

|

 

En Ecuador, desde marzo del 2021 el COE nacional aprobó el aceptar planes piloto para las instituciones de las zonas rurales. Para más tarde aceptar los planes piloto de las universidades.  Además, existieron planes piloto de ciertas instituciones en la capital que permitían que los estudiantes vayan a clases presenciales de forma voluntaria y con un aforo reducido, siguiendo las medidas de bioseguridad.

El Ministerio de Educación de Ecuador dio a conocer este martes un plan que prevé el retorno obligatorio a las clases presenciales el 22 de noviembre, un proceso gradual que deberá completarse hasta el 17 de enero en todo el país y pondrá fin definitivamente a la virtualidad a causa de la pandemia de covid-19. (EFE. 2021).

Es así, que ahora después de aproximadamente 7 meses después del regreso a clases de los sectores rurales, todos los estudiantes del país deberán asistir obligatoriamente a clases presenciales. El anhelado regreso a clases de alrededor de 4,3 millones de estudiantes del año lectivo 2021-2022 es un hecho que sucederá en pocos días, lo que implica un reto para cada estudiante, padre de familia y docente en donde se visibilizará su responsabilidad y compromiso.

En conclusión, ahora, junto con las medidas de bioseguridad los estudiantes regresan a las aulas. Es muy importante el concientizar a la sociedad en general sobre la importancia del cuidado y aplicación de las medidas de bioseguridad como son: el uso permanente de mascarilla, lavado frecuente de manos, uso de alcohol o gel antibacterial, distanciamiento social, entre otros.

Aunque, actualmente la virtualidad es parte de nuestra vida cotidiana y se quedará impregnada con nosotros desde ahora en adelante para el desarrollo de la sociedad. Esta tiene ciertas ventajas y desventajas. Muchas veces a pesar de tener un infinito espacio para navegar en la web, esta es limitante a su vez. El recibir clases tal vez no será algo del pasado, pero si algo con lo que debamos manejar.  La pandemia de COVID-19 junto con la virtualidad ha dejado fuertes estragos entre nosotros.

El retorno progresivo a las clases presenciales es una realidad para los estudiantes y docentes. Después de tanto tiempo en la virtualidad, ese regreso a la “normalidad” es algo que está sucediendo no solo en Ecuador sino alrededor del mundo. Junto con la acertada aplicación de los planes pilotos y la ayuda de cada uno de nosotros el regresar a clases será algo manejable. No debemos olvidar que todos somos importantes en este proceso.

 

 

 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA

Torres. (2020). ¿Educación presencial o virtual? Evaluando los rendimientos educativos entre modalidades durante pandemia. p.5. https://www.researchgate.net/publication/345548810_Educacion_presencial_o_virtual_Evaluando_los_rendimientos_educativos_entre_modalidades_durante_pandemia

 

Alvarado, J., Quintero-Lesmes, D. C., Carmona-Valle, J. C., Franco-Lopez, M., & Niederbacher-Velásquez, J. (2021). Factores asociados a la decisión paterna sobre el retorno a clases presenciales en Colombia durante la pandemia COVID-19. Salud UIS53. https://doi.org/10.18273/saluduis.53.e:21018

 

EFE. (2021). Ecuador plantea retorno obligatorio a clases presenciales el 22 de noviembre. SWI swissinfo.ch. p.1 https://www.swissinfo.ch/spa/ecuador-educaci%C3%B3n_ecuador-plantea-retorno-obligatorio-a-clases-presenciales-el-22-de-noviembre/47097722






LINK LIBRO: https://www.canva.com/design/DAEvkw9xsfo/4b_aAhbYKg0YCfFLmc4TKw/watch?utm_content=DAEvkw9xsfo&utm_campaign=designshare&utm_medium=link&utm_source=sharebutton

Comentarios